Sumergirse en el inconsciente: habitar lo oculto y encontrar acompañamiento

En psicología, el inconsciente a menudo se simboliza como un vasto océano, profundo, misterioso, lleno de aquello que está bajo la superficie y que resulta difícil de explorar.

Cuando era estudiante de psicología, esta imagen me parecía abrumadora: sumergirse en territorios no recorridos, poner luz en la oscuridad y no saber cómo salir a flote.

Con los años, acompañando a personas y siendo acompañada por terapeutas, he comprendido la importancia de habitar lo doloroso, de permitirse sentir y reconocer aquello que emerge de lo profundo. Aprender a dejarse hundir y confiar en la red de apoyo que construimos es clave para el crecimiento personal y el autoconocimiento.

Cada persona tiene su propio ritmo: algunos miran el mar desde la distancia, otros se mojan apenas los pies, algunos rompen las olas y otros se sumergen por completo. No existen caminos únicos ni recetas universales; lo importante es permitirse ser acompañadxs, encontrando manos dispuestas a sostenernos cuando lo necesitemos.

Encontrar acompañamiento